martes, 18 de agosto de 2009

CUATRO CIFRAS: pensamientos que salen de cajas de mudanza y objetos blancos

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Nací un dieciocho del nueve de milnovecientosochenta, un año que supone una combinación perfecta de las cifras del día y del mes de mi nacimiento. Así, mi fecha de nacimiento es como un juego de lotería combinando tan sólo cuatro cifras. Además, nueve (septiembre) y nueve (septiembre) son dieciocho (el día de mi cumple). Y, siguiendo con el día, dieciocho: uno más ocho son nueve.

Desde hace unos meses, cuando mi vida tomo un rumbo nuevo por la coincidencia en el tiempo y en el espacio de varias circunstancias, pues cambio llama a cambio; empecé a prestarle involuntaria pero muy atentamente atención al lenguaje de los números que me rodeaban en mi día a día. Como un rabino, o una supersticiosa por azar, o más bien como un observador con gafas de culo de vaso que se fija mucho mucho, empecé a darme cuenta de que estas dos cifras me rodeaban casi a propósito, como por arte de magia, una danza de dieciochos y nueves que me acompañaban en la ventanilla del INEM, el asiento de mi avión, la hora del ticket del taxi, el precio de la compra, los honorarios del gurú hindú, el número de vagón, mi nuevo número de fijo, del móvil, las noches especiales 18, el portal de mi amiga María...Empecé a notar que esos números me protegían, que me proporcionaban señales de ir por el buen camino, eran mi origen y las miguitas de mi nuevo camino hacia algo mejor.

Comencé este blog un mes nueve del año pasado, y lo retomo un 18 de este mes 8, de un año que acaba en 9….De nuevo mis andanzas cotidianas, para quien las quiera leer, como asomándose por una ventanita con ropa tendida que huele a suavizante rico casi un año después…..

De nuevo, absolutamente principiante como canta M. Ward en el concierto privado que tengo en casa. Él susurra desde el portátil blanco y ella, la lavadora, también blanca, centrifuga a 1000 revoluciones y le aporta cuerpo a la canción.
Hace calor, mucho calor. Soy principiante en montar una casa nueva desde cero....jugando a la geometría......buscando el lugar correcto para que cada objeto, cada mueble reciclado de un triste basurero respire tranquilo y se sienta feliz con su nuevo apellido Vintage, hasta conseguir el equilibrio espacial (en absoluto mi fuerte) hasta que cuadre y algo por dentro haga click.

El calor me afecta hasta el punto de caer en un letargo siesta de sueños dulces y a ritmo de película muda, donde cócteles y besos combinan perfectamente. Me afecta hasta el punto de despertar y desesperar por sentir que estoy perdiendo el tiempo de manera absurda. Entonces decido bajar a la calle en busca de algunos productos absolutamente innecesarios, pero que aportan cierto toque personal a la, por fin, recién estrenada nevera, también blanca, por supuesto: salsa de soja Heinz, baked beans Heinz y wasabi...El calor exterior me afecta también, me afecta tanto que subo de la compra al torreón y empiezo a ver manchas en las paredes blancas, y cojo la goma milán blanca y empiezo a rozar las paredes con esmero y poseída por la diosa Neutrex.......

El calor nos excita, nos hace sudar y darle vueltas a la cabeza......en vez de dejarme muerta, me entra un ataque de hiperactividad y unas ganas enormes de tomarme un gin tonic....Así que decido hacer ordenanzas a ritmo de copa en vaso de ikea y conecto el portátil blanco a la tele negra (haberla comprado blanca ya hubiese sido un canto hortera en do mayor, al que, afortunadamente, la garganta de mi pepito grillo esteta no llega) con el super cable HDMI que un superhéroe encontró para mí, y darle volumen al señor Ward, por suave, por excéntrico, por ser uno de esos feos que me encantan, por lo que significa, porque se crea mejor con música y un gintonic, qué se lo digan a Agatha Christie.
Abro y cierro etapas como cajas de mudanza, como trenes que van y vienen, como amigos que se despiden y vuelven con mejor cara, un paso atrás, otro adelante, saltito, lío, verlo claro....................y de fondo la calma añil...........

Saludos cordiales